
Durante la Semana Santa, muchos fieles se plantean dudas sobre las prácticas religiosas que deben seguirse en cuanto a la alimentación. Una de las tradiciones más arraigadas en la fe católica es la abstinencia de carne, la cual tiene un profundo significado espiritual y de reflexión. Esta práctica, que busca recordar el sacrificio de Jesús en su pasión y muerte, está vigente en ciertos días específicos.
En cuanto a la pregunta “¿Se puede comer carne en Jueves Santo?”, la respuesta es sí. Aunque el Jueves Santo conmemora la Última Cena y es un día relevante dentro de la Semana Santa, las normativas actuales de la Iglesia católica no establecen la abstinencia obligatoria de carne para este día. Sin embargo, algunos creyentes eligen mantener la abstinencia como una forma de devoción personal.
Según las disposiciones de la fe católica, los días en los que se debe practicar la abstinencia de carne son el Miércoles de Ceniza y todos los viernes de Cuaresma, incluyendo el Viernes Santo. Asimismo, se invita a realizar ayuno en fechas especiales como el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, debido a su profundo valor litúrgico.
¿En qué consiste la abstinencia?
La abstinencia en la fe católica implica no consumir carne de animales de sangre caliente, como res, cerdo o pollo. En su lugar, se pueden consumir pescados, platillos vegetarianos o mariscos. Esta práctica busca fomentar la humildad y la reflexión espiritual durante la Cuaresma, especialmente en los días de la Semana Santa.
Este enfoque sobre la abstinencia refleja la importancia de las tradiciones religiosas para muchos creyentes, quienes encuentran en estas prácticas una manera de fortalecer su fe y conexión espiritual.
El respeto por estas costumbres, incluso más allá de las exigencias específicas, destaca el valor del compromiso personal en un tiempo de reflexión como la Semana Santa.
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