
Los Mochis, Sin . – Con el corazón oprimido por el más profundo dolor, la comunidad católica de Los Mochis se unió este Viernes Santo en una sentida manifestación de fe y acompañamiento a la Virgen María en su duelo por la muerte de su amado hijo Jesús.
La tradicional Procesión del Silencio, realizada por feligreses de la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, recorrió las principales calles de la ciudad en la colonia Morelos, congregando a decenas de feligreses vestidos de negro, portando cirios encendidos y rosarios entre sus manos.
La imagen de la Virgen Dolorosa, adornada con un manto oscuro y el rostro sereno, pero surcado por lágrimas invisibles, encabezó la marcha.
Cada paso resonaba con el peso de la pérdida, cada mirada reflejaba la empatía por el sufrimiento de una madre.
El silencio, solo interrumpido por las oraciones susurradas y el eco de los tambores solemnes, se convirtió en el lenguaje universal del pésame, uniendo a los presentes en un mismo sentimiento de tristeza y respeto.
Al concluir la procesión, la comunidad se congregó para participar en el conmovedor “Rosario de pésame”.
Las voces, cargadas de emoción, se elevaron en plegarias dedicadas a la Virgen María, buscando consuelo y fortaleza en su ejemplo de fe inquebrantable ante la adversidad.
Cada misterio doloroso fue meditado con profunda devoción, recordando los momentos de angustia que marcaron el camino de Jesús hacia la cruz y el sufrimiento compartido por su madre.
La Procesión del Silencio y el Rosario de Pésame en este Viernes Santo en Los Mochis no fueron solo actos religiosos, sino una profunda expresión de solidaridad humana ante el dolor, un recordatorio de la fortaleza que se encuentra en la fe y el amor maternal que trasciende incluso la muerte.
En el silencio y la oración, la comunidad encontró un espacio para compartir el peso de la pérdida y renovar su esperanza en la promesa de la resurrección.