Redacción

Haití.- Frantz Exantus, secretario de Estado de Comunicación de Haití, informó que la policía detuvo a los presuntos asesinos del presidente, Jovenel Moïse, tras matar a cuatro implicados y detener a dos más durante un operativo.
De acuerdo a la agencia EFE, fueron liberados tres agentes de la Policía que habían sido secuestrados por los supuestos autores del magnicidio.
Jovenel Moïse fue asesinado a tiros por hombres con armas de gran calibre en su residencia lo que provocó una condena internacional y el temor de una escalada de la violencia en la empobrecida nación caribeña.
El asesinato coincidió con una ola de violencia de pandillas en Puerto Príncipe, avivada por una grave crisis humanitaria y por el caos que ha llevado a muchos distritos de la capital a convertirse en zonas prohibidas.
El primer ministro interino, Claude Joseph, indicó que el gobierno declaró el estado de emergencia en medio de la confusión sobre quién tomaría las riendas del país.
Las autoridades del país, donde la mayoría habla francés o creole, dijeron que los sujetos que asesinaron al presidente de Haití hablaban inglés y español, y parecían ser extranjeros.
La esposa de Moïse, Martine Moïse, también recibió un disparo en el ataque y se encuentra en estado crítico y recibiendo tratamiento médico en Miami, dijo el embajador de Haití en Washington.
En videos que circulan en redes sociales y que Reuters aún no pudo verificar, los hombres armados afirmaron ser miembros de la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA) cuando ingresaron a la residencia de Moïse.
El embajador de Haití en Estados Unidos, Bocchit Edmond, confirmó que los pistoleros se habían identificado falsamente como agentes de la DEA.
El gobierno de Estados Unidos rechazó los señalamientos publicados en las últimas horas en las que se habla de la posible implicación de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise.
“Estos informes son absolutamente falsos, no son más que eso, falsas acusaciones. Estados Unidos condena este acto atroz”, sostuvo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, quien pidió a las autoridades haitianas que lleven ante la justicia a los responsables de este magnicidio.
Mucha gente en Haití quería que Moise dejara el cargo. Desde que asumió en 2017, enfrentó pedidos de dimisión y protestas masivas, primero por acusaciones de corrupción y su gestión de la economía, y después por su creciente control del poder.
El aeropuerto internacional de Puerto Príncipe fue cerrado, según medios locales. No fue posible contactar al director del aeropuerto de inmediato para que se refiriera al tema.
Haití se encuentra políticamente dividido y enfrenta una creciente crisis humanitaria y escasez de alimentos, por lo que se teme un desorden generalizado.
República Dominicana dijo que estaba cerrando la frontera que comparte con Haití en la isla La Española.
“Este crimen atenta contra el orden democrático de Haití y de la región. Nuestras condolencias a sus familiares y al pueblo Haitiano”, declaró el presidente de República Dominicana, Luis Abinader.
Líderes de todo el mundo condenaron el ataque y pidieron calma.
El Consejo de Seguridad de la ONU expresó su profunda conmoción por la muerte de Moïse antes de una reunión a puerta cerrada, solicitada por Estados Unidos y México, para evaluar la situación.
El asesinato de Moïse ocurre en un vacío de poder. El presidente había gobernado por decreto durante más de un año después de que el país no celebró elecciones legislativas y esta misma semana había nombrado a Joseph, que aún no ha jurado como primer ministro.
El jefe del Tribunal Supremo de Justicia murió en junio de Covid-19 y aún no ha sido sustituido.