En Veracruz, específicamente en la ciudad de Coatzacoalcos, autoridades federales llevaron a cabo un operativo que reveló la existencia de una refinería clandestina, donde se almacenaban más de 500 mil litros de combustible ilegalmente obtenido, conocido como “huachicol”.
El cateo realizado este miércoles fue resultado de exhaustivos trabajos de inteligencia, vigilancia aérea y reconocimientos terrestres, en una acción conjunta entre el Gabinete de Seguridad federal, la Secretaría de Energía (Sener) y Petróleos Mexicanos (Pemex).
En el lugar intervenido, se descubrió una planta que había sido adaptada para el procesamiento ilegal de hidrocarburos, tales como diésel artesanal, nafta ligera, solventes y combustóleo, sin contar con los permisos correspondientes y representando un alto riesgo ambiental.
La intervención conjunta incluyó la participación de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional, la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
La refinería a pequeña escala contaba con equipo especializado, tanques de almacenamiento y tuberías, operando al margen de las normas de seguridad vigentes. La evidencia encontrada durante el cateo permitió obtener una orden judicial para llevar a cabo la intervención.
Se logró asegurar siete tanques móviles de gran capacidad, cuatro tanques verticales, así como infraestructura especializada para el tratamiento y traslado de hidrocarburos, incluyendo aproximadamente 500 mil litros de crudo, valuados en unos 25 millones de pesos.
El inmueble fue puesto bajo resguardo policial y se dio aviso al Ministerio Público para que continúe con las investigaciones pertinentes. Hasta el momento, no se han reportado detenciones relacionadas con este incidente.
Este operativo se suma a los esfuerzos del gobierno mexicano en su lucha contra el robo y procesamiento ilegal de hidrocarburos, actividades que han representado cuantiosas pérdidas para el erario público y graves afectaciones a los ecosistemas locales.
De acuerdo con información de Pemex, el robo de combustibles entre 2019 y 2024 ha ocasionado pérdidas superiores a los 75 mil 710 millones de pesos, incrementándose a 5 mil 471 millones tan solo en el primer trimestre de este año. La batalla contra esta práctica ilícita continúa siendo una prioridad en la agenda gubernamental.
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