
Salvador Alvarado, Sin.- La historia de Adele, una pequeña gatita rescatada por Fundación Mayla, en Guamúchil, es un ejemplo de fortaleza, esperanza y del poder transformador de la empatía.
Desde el pasado 12 de mayo, la felina llegó a la organización luego de haber sido encontrada tirada en la calle, víctima de un atropellamiento y posibles mordidas que la dejaron gravemente herida y sin movilidad en sus patas traseras.
Desde aquel día, Adele ha luchado por sobrevivir. A pesar de arrastrarse para desplazarse, nunca dejó de mostrar su energía y voluntad por salir adelante, convirtiéndose en un símbolo de resiliencia para quienes la han acompañado en su proceso.
Tras una valoración médica, el diagnóstico fue claro, Adele sería paralítica de por vida, y la única forma de mejorar su calidad de vida sería a través de una andadera especial.
Este jueves, Fundación Mayla recibió una noticia que llenó de alegría a todo el equipo, un ciudadano mocoritense de gran corazón donó una silla de ruedas adaptada especialmente para Adele, con la cual, una vez que aprenda a usarla, podrá desplazarse con mayor libertad y comodidad.
Ahora, Adele inicia una nueva etapa en su vida, con la posibilidad de moverse, explorar y jugar como cualquier otro gato, gracias a este gesto que le ha devuelto la dignidad y la alegría.
Fundación Mayla agradeció el gran gesto de generosidad recordando que cada acto de bondad, por pequeño que parezca, puede cambiar una vida. Así como también, con la esperanza de que ahora, una familia la pueda adoptar y darle la calidad de vida que merece.
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