Reinventando la Política

Sin duda el líder de la Catem, Pedro Haces, no sólo es un hombre muy poderoso, es un diputado federal cercano a Ricardo Monreal, además es un líder obrero que sabe para lo que es el dinero y más en política, pero a pesar de todo ese bagaje cometió una falta que Don Fidel jamás lo haría de manera abierta: darle la contra a la presidenta Sheinbaum.
Sin duda, Haces Barba es todo un personaje sacado del viejo régimen del que parece por momentos nunca se fue.
Hace días se festejó su cumpleaños en uno de los lugares más exclusivos del país, el Hotel St. Regis, fueron invitados varios de sus compañeros legisladores, del PVEM, del PRI y de Morena.
Sin duda el festejo fue digno de un jeque petrolero (mexicano), pero en realidad es de un Sultán Sindical. Eso está bien obvio como es el caso por que si algo sobra es dinero, pero no es políticamente correcto cuando hace dos meses la presidenta les escribió una carta a sus militantes con dardos muy dirigidos a él, Monreal, Adán Augusto y Noroña, sobre todo en los siguientes párrafos:
“Todos los militantes de Morena deben conducirse con honestidad, humildad y sencillez. La parafernalia del poder es del pasado de corrupción y privilegios, no de Morena. No caigamos nunca en la frivolidad, en el consumismo y la ambición por el poder y el dinero”.
“No es de nuestro Movimiento viajar en aviones o helicópteros privados, o tener como anhelo portar ropa de marca, o tratar mal a las personas, o andar con guardaespaldas y un séquito de camionetas para ir de un lado a otro, o comer en restaurantes caros”.
“Morena es humildad. Morena no mira a nadie de arriba abajo a menos que sea para ayudar a levantarse. Hagamos de la solidaridad, la fraternidad, el amor al prójimo, el amor al pueblo, los valores más importantes. Luchemos siempre contra la discriminación, el racismo, el clasismo, el machismo”.
Pareciera que algunos morenistas en las cámaras están jugando un juego “Vamos haciendo como que el presidente es Andrés”… y hacen caso omiso a lo que diga la presidenta.
Y así van juntando piedras en el catálogo de la desobediencia: primero el nepotismo, despues el desdén a la carta y sumando… Sin ninguna duda la oposición a la presidenta son las castas tribales a las que no les importa los límites.
Hay momentos en las mañaneras que la presidenta quiere parecerse al expresidente Andrés Manuel López Obrador, pero cuando se enoja es ella.
Si la presidenta tiene el control del dinero (SHCP) y el control de las balas con Harfuch (SSPC), más la agenda de Trump por el cual pasa por el Vector de seguridad, migración y narcotráfico, esa ventana si se decide a abrirla con Trump podría quitarle varios obstáculos que abiertamente le han dado la contra dentro del movimiento.
En el viejo régimen nadie le daba la contra al presidente y la frase que mejor lo enarbola es: como dijo el presidente: los cocodrilos vuelan, pero bajito.
En el actual régimen los cocodrilos solamente pueden volar en Palenque, hasta que un día en Palacio den el manotazo.
Lo cierto es que las castas a algo se atienen por eso abiertamente hacen lo que hacen, hasta que les pongan un alto. ¿Tardará mucho? Se va a saber.
Por lo pronto el Sultán sindical hizo fiestón contradiciendo a la mandataria.