Reinventando la política/Milton Rojo

La teoría del Cisne Negro es un hecho sorpresivo que no tiene explicación al ojo de quien observa, es algo que no se espera, después ya pasado el hecho, se analiza y se le piensa ¿Qué fue lo que pasó? Esta teoría fue desarrollado por el filosofo Nicholas Taleb.
Taleb, explica varios cisnes negros, como la primera guerra mundial, la gripe de 1918 y el atentado del 11 de septiembre de las torres gemelas.
Hoy, en Sinaloa estamos viviendo un Cisne Prieto tirando a negro, la pandemia del Covid está como el conejo de las baterías: sigue, sigue, sigue y sigue.
Ayer, fue día histórico en cifras oficiales casi 500 casos nuevos en un día ¿Si tenemos casi la tercera parte de la ciudadanía vacunada? ¿Qué está pasando?
No hallamos ninguna explicación. Si la pandemia se ha incrementado y tenemos a la tercera parte de la gente vacunada y una gran parte de la ciudadanía hemos sido responsables en uso de cubre bocas, gel y accesos a lugares ¿Qué está pasando?
No será que cuando teníamos todas las respuestas, la pandemia nos cambió las preguntas.
¿Por que nadie tiene respuestas? Nadie nos puede explicar por que la peste se volvió más viral ¿Por qué hay más enfermos si nos hemos portado bien? ¿Nos merecemos esto como sociedad? Nos merecemos que se nos estén muriendo la gente y todo por que nadie tiene respuestas o alguien las omite por interés.
Si no hay respuestas, entonces estamos condenados a encontrarlas nosotros mismos y tal vez no nos van a gustar.
Estamos ante una tragedia, que nunca se fue, la pandemia aquí sigue y sigue cobrando vidas y una sociedad, noble como la nuestra no nos lo merecemos. Los médicos no se dan abasto y la pandemia se exponenció en la población y también en el sector salud ¿Y ahora quien podrá defendernos?
Pareciera que estamos como en la caverna de Platón estamos viendo algo pero no es esa la realidad, no la sabemos, nadie nos dice que pasa, es como si estuviésemos en un túnel oscuro y no vemos la luz al final del camino y ya estamos hartos y cansados.
Mientras las autoridades ven al bicho más fuerte y restringen actividades, juegan de la única forma que saben y, que les alcanza para jugar por que no tiene respuestas y tal vez fingen, fingen para sobrevivir como toda especie que busca prevalecer.
En esta pandemia, como siempre habrá muertes y sobrevivientes, pero hasta ahorita quien tiene la mejor vacuna es la impunidad. Cuando esto acabe, por que algún día debe acabar, tal vez quienes busquen la verdad le acabarán los anticuerpos a la impunidad.
La memoria histórica en las calles de Sinaloa sabrá si había respuestas y las callaron o si siempre anduvimos en las tinieblas y de repente hallamos la salida, por chiripa o por gracia divina.
Seguimos en tinieblas y hay que cuidarnos y cuidar a los nuestros y rezar, por que ya no nos queda de otra.
La peste sigue… y ante esta tragedia y sin rumbo no me queda más que compartirles una parte de la plegaria de Bobby Kennedy cuando mataron a Martin Luther King y Estados Unidos se incendió:
“Mi poeta favorito Esquilo, una vez escribió: Incluso en nuestros sueños hay dolores que no se puede olvidar caen gota a gota sobre el corazón, hasta que, en nuestra propia desesperación, en contra de nuestra voluntad, viene la sabiduría por la terrible gracia de Dios.”
“Dediquémonos a lo que los griegos escribieron hace tantos años: A dominar el salvajismo del hombre y hacer apacible la vida de este mundo. Hagamos eso y oremos por nuestro país y por nuestro pueblo.”
Que Dios nos de conciencia y nos libre de la codicia de los salvajes… y de los Cisnes Negros.