Durango, Dgo.- Desde el pasado 5 de enero, día en el que las carreteras y la seguridad de los sinaloense fueron tomadas a cambio de la captura de Ovidio Guzmán López en Culiacán, la normalidad ha vuelto pero de manera paulatina.
En la autopista Mazatlán-Durango todavía hay rastros de dicha jornada violenta; los túneles están en penumbras, son decenas aquellos a los que les robaron el cableado durante el jueves negro o al menos eso nos cuentan los durangueses.
Un joven, quien decidió mantenerse al anonimato, relató a Los Noticieristas que los “malos” ya no están en las carreteras, pero siguen en los pueblos de la zona serrana de Durango, porque hasta allá alcanzaron los efectos del segundo culiacanazo.
Este joven sobrevive de la venta de empanadas de piña, camote y calabaza. Desde primera hora del día se enfrenta a temperaturas de entre 2 a 16 grados centígrados, pero desde ese día los carros no se paran, las ventas están bajando y el producto se le está quedando.
Para ellos, la recuperación y el levantarse de estos hechos no es fácil. Tan solo el pasado jueves, los lugareños reportaron una balacera en Coscomate, Pueblo Nuevo de la que no hubo registro en medios de comunicación, incluso el pasado miércoles se localizó en esta comunidad, la cual es conocida como un destino turístico ecológico, el cuerpo de un hombre de 27 años de edad, quien respondió al nombre de Felipe Eliezer Quiñonez Valenzuela.
Aun así, los lugareños piden a los turistas venir y visitar Durango, porque dependen de los visitantes para dar sustento a sus familias.
¡Síguenos en Facebook, Twitter, YouTube e Instagram! La información más relevante de lo que acontece en Sinaloa, México y el mundo está en Los Noticieristas