Reinventando la Política
Con la reunión del lunes del presidente AMLO con las corcholatas, gobernadores y autoridades de Morena, se puede leer varios mensajes que nos está mandando el presidente de cara al 2024 y algunas repercusiones:
-Primero, ayer, el Canciller Ebrard fijó agenda y anunció que se separará de su cargo y anunció que su propuesta será parte del método de selección de candidatura presidencial. Dio color de que se quedará en Morena. Al parecer.
-Morena va por todo y quiere un congreso mayoritariamente de Morena para terminar los cambios legislativos que le quedaron pendiente.
-El presidente no quiere dejar ningún cabo suelto, además él será el arquitecto de la candidatura presidencial y de las candidaturas en los estados, ya que pretende ser una autoridad moral fuera de la presidencia. Una autoridad que siga mandando.
-Por esa razón: al designar candidat@ será bajo la figura de coordinador de los comités de la Cuarta Transformación en el país, bajo esa figura recorrerá el país, en lo que el proceso formal inicia y les irá ganando en tiempo y terreno a la oposición.
-Con esa ventaja, el presidente tomará pulso del entonces precandidat@ para ver si conecta con la militancia y si no hay desprendimientos de otras corcholatas más sus propias bases.
-El recibimiento en la base militante de Morena de quien vaya a ser su candidata o candidato a la presidencia, será factor de cómo se decidirán las candidaturas. Si no conecta o si no es del todo recibida la candidatura, pues entonces se verán obligados a poner candidaturas empáticas y dejar al lado los favoritismos o reducirlos a lo más mínimo. Aunque la marca del partido sigue pesando.
-En el caso de Sinaloa, el grupo político del Gobernador Rocha está en una posición parecida a la que tuvo el Millanismo a principios de siglo, cuando al perder el PRI la presidencia de la república fue la fuerza política imperante en el estado; 22 años después, el grupo del gobernador en turno con la fuerza de un presidente altamente legitimado con los votos es la fuerza política que va a tejer las candidaturas en el partido más fuerte en Sinaloa y en el país: Morena.
En áquel tiempo, hace dos décadas, posterior a la decisión y al relevo emergieron nuevas figuras que desplazaron a quien los empoderó, mas aparte de un proceso de sucesión bastante cerrado. Hoy no se ve -todavía- por ninguna parte la figura de la traición o la competencia electoral, aunque van dos años de gobierno y en política todo puede pasar. Eso sí, hay una acumulación de poder bastante legitimada. Al igual que en el país no hay oposición fuerte.
La preocupación del presidente por cerrar todos los frentes nos dice que alcanza ver nubes negras en el horizonte y para cuando lleguen tenga todo amarrado y en un puño.
En cambio, en Sinaloa, con la oposición que hay, no se ve como pudiera ser la disputa por alcaldías y diputaciones… no se ve, pero en Sinaloa aunque es un estado con mucha base electoral de Morena, tambien las liebres saltan. El problema es que no se ve para donde. Por eso en Morena se van a cerrar a una sola expresión.
Y esa expresión ya dijo: a mi ni me busquen… eso en el lenguaje del poder quiere decir: ya mejor ni vengan porque la lista ya la tengo hecha, aún así puedo borrar.
Por aquello del borrador. Por eso los que ya se saben apuntados tendrán que portarse bien. Capaz y no les llega la bolet… ¡Digo! la candidatura.