![‘No vale madres este jale, pero ya estoy hasta el tronco y no me puedo salir’; relatos de un ‘puntero’ 'Halconeo' la hisotira de un 'puntero' en Sinaloa (Temática)](https://ladmx.sfo3.cdn.digitaloceanspaces.com/Halconeo-la-hisotira-de-un-puntero-en-Sinaloa-Tematica.jpeg)
Culiacán, Sin.- De niño tuvo lo que muchos otros no podían, dormía bajo un techo, en su hogar nunca faltó comida, estrenaba ropa constantemente, tenía una buena familia integrada por unos padres trabajadores y hermanos mayores dedicados al estudio, pero el tiempo no se detiene y por cosas que a veces no se pueden explicar, el destino tiene preparado el camino de todos; ‘El chala’ se refiere a sí mismo como uno de los miles de alucinados que se dedican al ‘halconeo’, para el crimen organizado. Es un ‘puntero’.
Tuvo un matrimonio en sus 20’s, cuando recién se había ‘subido’ a los tráileres, pero siempre tuvo esa característica de no tener seriedad en nada de lo que hacía, por eso, al paso de unos años perdió su trabajo como chofer y lastimosamente su pareja lo dejó, llevándose con ella al hijo que tuvieron juntos, así que buscó un refugio, y lo encontró en las drogas.
‘El chala’ intentó probar suerte en la ciudad de Tijuana, pero sin una formación académica, el único camino fácil que encontró para hacer dinero, fue el narcomenudeo, no duró mucho tiempo, cuando ese ‘jale’ le trajo problemas tan graves que tuvo que salir huyendo de la ciudad fronteriza, regresando a Sinaloa, a sus raíces, un pueblo en el municipio de Navolato.
No tardó mucho en enredarse con la gente que sirve a los capos de la mafia, al fin y al cabo, él mismo dice “no tengo miedo, no tengo nada que perder”; se puso su chaleco con la leyenda de la ‘Marina’, se terció un cuerno de chivo y se montó una de las camionetas último modelo, sin placas que circulan varios ranchos y sindicaturas de Culiacán y Navolato, mientras andan ‘cuidando el terreno’.
“No vale madres este ‘jale’, wey, pero ya estoy hasta el ‘tronco’ y ya no me puedo salir de aquí, hasta que me agarren los ‘verdes’ o hasta que me maten, los mismos ‘verdes’, la Guardia (Nacional) o esta misma raza, si la llego a cagar”.
A diferencia de todos aquellos personajes que han hecho famosos con narcocorridos, en donde muestran su poderío económico con carros de lujo, mansiones, algunas mujeres que se sometieron a cirugías estéticas, y derrochando dinero en donde se paren, ‘El chala’ y los otros tres ‘locos’ que andan con él, muchas veces no traen ni para un cigarro en la bolsa; su sueldo es de 4 mil pesos mensuales, y a veces se tardan en pagarles.
“Pura faramalla esto, wey, sí andamos en trocas chilas y bien bélicos, pero nos dan 2 mil ‘bolas’ a la quincena, wey, y a veces nos alargan el pago, y pues ni modo que uno se ponga pendejo y quiera reclamar la feria, a veces no traigo ni pa’ tirar humo, para bajar la malilla”.
Actualmente, ‘El chala’ fue enviado a un estado al sur del país, junto con sus compañeros, los mandaron a pelear ‘la plaza’, para que la organización en la que trabaja, tenga mayor control territorial y pueda seguir realizando y expandiendo sus actividades ilícitas como el trasiego de drogas.
Reconoce que no se acuerda desde hace cuánto tiempo que se hizo ‘puntero’, porque siempre anda ‘bien loco’, pero entre risas de nerviosismo, acepta que estaba bien engañado cuando creía que por andar en el ‘halconeo’, se iba a alivianar y se le iba a notar el dinero, ahora se juega la vida a diario, y dice: “mientras no nos maten, todo bien”.
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