Guasave, Sin.- Tras cinco años en el cargo, su ciclo en la dirección de Seguridad Pública Municipal culmina, señala Miguel Ángel Martínez Catana, reconoce que le pesa dejar Guasave, porque es dentro de todo un lugar tranquilo, pero lo que más le duele dejar es la compañía de Tamarindo, un perrito mestizo que desde hace cuatro años fue adoptado por la corporación.
No se lo lleva, asegura, porque el popular can ya se acostumbró a trasladarse en la patrulla de la Policía Municipal, junto al equipo que comanda, y no cree que se adapte a la vida en un hogar.
Aunque se va ya hizo el encargo de que si el director que llega no le dará el trato digno que todo animalito requiere, se lo llevarán uno de los policías que trabajaba junto a él como escolta.
“Voy a extrañar mucho a Tamarindo, muchísimo. El tamarindo conmigo tiene cuatro años, llegó aquí después de haber estado con la Policía Militar, ese perrito todo Guasave lo quiere y es conocido por todo Guasave, pero necesita atenciones”
La tarde de ayer, sostiene, pasó a comprarle comida suficiente a Tamarindo, ese canino, al que dice “solo le hace falta hablar”, y cuya historia en la corporación inició cuando fue abandonado por un campamento de militares.
“Ya hay un voluntario, ayer me dijo yo me lo voy a llevar. Yo me siento muy triste porque dejo a Guasave”.
Tamarindo siempre sale junto a la patrulla en la que viaja el director de Seguridad Pública, faltará ver cómo se escribe el resto de su historia ahora que quien le abrió las puertas de la corporación se separa del cargo.
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