Culiacán, Sin.- Luego de que el centro de mando fuera notificado mediante el número de emergencia 911 sobre una balacera en el fraccionamiento Villa Bonita donde había una persona lesionada por disparos de arma de fuego, las unidades policiacas tanto de la Policía Estatal Preventiva como de la Municipal tardaron más de 20 minutos en llegar al sitio donde sucedió el atentado que según los vecinos duró más de 25 minutos.
En el sitio el olor a pólvora todavía penetraba en las fosas nasales debido al humo que en esos momentos aún permanecía en el espacio de las estrechas y limitadas calles del fraccionamiento de interés social cuyo nombre, Villa Bonita, se resiste al aspecto real que tiene el asfalto de la mayoría de sus vialidades.
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En las esquinas se veían carros detenidos con las luces encendidas y vidrios polarizados que no dejaban ver absolutamente nada al interior, mientras que varias motos con luces blancas y encandilantes se desplazaban a altas velocidades tripuladas por jóvenes que apenas rebasan la mayoría de edad y algunos ni eso.
A los pocos minutos de haber cesado las detonaciones de arma de fuego la blanca neblina de la pólvora quemada se comienza a esfumar poco a poco para comenzar a revelar una calle solitaria en la que no se escucha un solo sonido y donde los vecinos aún permanecen resguardados en el último rincón de sus pequeñas viviendas construidas con block de concreto y pintadas de cuatro colores distintos de manera alternada que hace juego con las únicas tres distintas fachadas del estilo californiano.
Uno a uno los hombres y mujeres en sandalias y con ropa de dormir comienzan a salir de sus casas para ver qué había sucedido. La mayoría de ellos coinciden en que la balacera duró más de 25 minutos.
“Nombre, fueron un chin@$& de balazos los que tiraron. Fácil una media hora estuvieron tirando por todos lados y de aquí salieron dos carros blancos con unos batos empecherados que salieron en madriz@ para allá pa’ bajo”, señalaba un hombre de aproximadamente 30 años que se cubría el frío con una toalla color marrón.
Otra mujer señaló que pensaron que eran cuetes como los que cada sábado o domingo truenan en ese sector como tradición de uno de los vecinos del lugar.
“Pensé que eran cuetes de los que siempre tiran aquí, pero cuando miré al cielo no mire las luces de colores y después comencé a escuchar que se detenían y luego disparaban uno por uno y había gritos y entonces dije: ‘esto de ahora no son cuetes’ y me metí corriendo para dentro con la niña”, señaló otra de las vecinas desde la esquina de la calle donde sucedió la balacera.
Todos sabían el lugar exacto donde ocurrió el atentado. Todos señalaban a distancia la casita blanca con el carro blanco donde habían tirado. Todos hacían énfasis en lo prolongado de la tracatera, pero nadie se atrevía a acercarse al sitio por temor a que los gatilleros volvieran y ante la inseguridad de la zona debido a que ninguna patrulla de alguna corporación llegaba al lugar.
Pero poco a poco comenzaron a acercarse hasta llegar al frente de la casa de color blanco cuyas cortinas color melón se balanceaban con el viento que entraba libremente por la ventana con todos los vidrios rotos a causa de los disparos que también dejaron como coladera el vehículo Volkswagen Jetta color blanco modelo reciente con placas del estado Durango que estaba estacionado en la cochera del inmueble ubicado por la calle Cerro Parinacota, a unos 200 metros de la Escuela Secundaria Técnica número 91.
Algunos decían que había muertos, otros heridos y otros que habían “levantado” al señor de la casa, pero las especulaciones terminaron cuando de pronto de la parte trasera del inmueble balaceado salió una señora con dos menores de edad envueltos en llanto y presas de pánico sin que ellos tampoco supieran que había pasado.
Luego de revisar el inmueble la familia se percató que en el interior había rastros de sangre y varios casquillos para arma larga junto con un cargador para R15, pero durante los comentarios se dijo que la víctima que resultó herida se había alcanzado a defender con un arma de fuego larga, el cual logró escapar del inmueble por entre los techos de los domicilios hasta esconderse a unas calles del lugar del atentado, donde minutos después la familia acudió para rescatarlo y trasladarlo a recibir atención médica a bordo de un vehículo particular.
En el sitio los vecinos señalaron que la balacera ocurrió minutos antes de las 7:30 de la noche, pero durante una entrevista para dar a conocer los detalles del atentado del secretario de Seguridad Pública del Estado, el teniente coronel Cristóbal Castañeda Camarillo, señaló que el reporte llegó a las autoridades a las 7:40 de la noche, mientras que la primer patrulla de la Policía Estatal Preventiva arribó a la escena del crimen a las 8:05 de la noche para dar parte de las novedades a sus superiores, pero ni el herido ni el grupo de gatilleros que protagonizó la balacera se encontraban en el lugar.