Ciudad de México.- El ex gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador para ser el embajador de México en España, rechazó haber traicionado al PRI al sumarse al equipo de trabajo del Gobierno de México, emanado de Morena.
Aseguró que puede ver a los ojos y de frente a quien sea, siendo la expulsión ya anunciada por el Comité Ejecutivo Nacional del tricolor al momento que lo nombren embajador, decisión de ese ente político, ya que él no va a renunciar.
Entrevistado en el Senado por Milenio, precisó que durante los cuatro años y 10 meses de su Gobierno trabajó de manera intensa, obteniendo siempre los mejores resultados en las evaluaciones.
“Los resultados ahí están, fue un gobierno que realmente siempre estuvo en la calle, con la gente, y por eso las evaluaciones de que fue siempre un gobierno bien evaluado, bien calificado, eso es lo que al final por eso fuimos electos y en su momento representé al PRI y estaré agradecido en el PRI y con los partidos que me postularon”.
Al ser cuestionado sobre las acusaciones de traición por parte de sus compañeros de partido afirmó que su hoja de vida es pública, siendo un hombre de palabra y de compromiso.
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“Mi hoja de vida ahí está, he sido un hombre de palabra, de compromiso, mis padres me dejaron ese honor, ese nombre y es el que yo tengo y les estoy dejando a mis hijos, así que ahí están los resultados, siempre en las distintas responsabilidades que he tenido no he hecho más que trabajar y dedicarme a eso”.
Recalcó que llegó a ser gobernador gracias a la voluntad del pueblo sinaloense, teniendo resultados en su gestión, pudiendo ver a los ojos a quien sea, y agrega que es una persona que suma, rechazando contundentemente algún tipo de traición hacia el tricolor.
“Fui gobernador gracias a la voluntad de los sinaloenses, así que ahí están las evaluaciones, los resultados, y siempre puedo ver a los ojos a quien sea y de frente a quien sea, y soy gente de sumar y hacer equipo”, apuntó.
-Entonces, ¿no traicionó al partido?
“Jamás”.
Sobre la posible expulsión del partido, el ex mandatario estatal señaló que se trata de una “decisión de la dirigencia, no es decisión mía”, y sostuvo que no renunciará; “por supuesto que no”, reviró.
Indicó que su visita al Senado se debe a que fue a visitar a algunos amigos, aunque mencionó que no se reunirá con los priistas, quienes se prevé, voten en contra de su ratificación.
