Culiacán, Sin.- Eran las 7:19 de la mañana del viernes 4 de marzo, Joel llegó más temprano de lo común, pero nadie lo notó raro, al fin y al cabo, era un trabajador más en el residencial La Primavera y no había motivo para sospechar nada. Su entrada quedó registrada en las cámaras de seguridad de uno de los accesos.
Vestido de negro en su totalidad, a bordo de una motocicleta Italika 125 blanca, sin placas de circulación, y con un muy peculiar casco de protección color verde fluorescente, con rayas negras, era fácil saber de quien se trataba.
Al entrar al complejo residencial, se dirigió al estacionamiento ubicado en Avenida Kiki Murillo; su objetivo era asesinar a quien por los últimos tres años le daba órdenes, no hay claros motivos aún, pero la intención era matar a Jesús Joel, el contador, su jefe y “tocayo”.
A las 8:27 de la mañana, llegó al estacionamiento la Tacoma blanca, la que Joel estaba esperando, pues de ella descendió su víctima. Con toda premeditación, espero que el especialista en números se retirara a un sitio menos poblado, al estar a unos metros de las escaleras, el trabajador disparó un arma de fuego por la espalda; Jesús cayó al suelo.
Ya debilitado por la herida de bala, la víctima, según su propio testimonio, escuchó claramente su nombre, y de inmediato reconoció la voz, cómo no hacerlo, si a diario tenía trato con él. Al girar la cabeza, confirmó que se trataba de Joel, llevaba puesto el casco con el que lo había visto innumerables ocasiones.
Sin mencionar más palabras, y con toda la ventaja que ya había por tener a su objetivo en el suelo, le disparó en cinco ocasiones más, cuatro hicieron blancos en el cuerpo del contador, y sólo una bala dio en el suelo.
Creyendo que había logrado su cometido, Joel se quitó el casco, igual hizo con la sudadera negra, en ese momento ya portaba debajo una camisa azul cielo, quizá con la intención de camuflarse y confundir a quienes minutos antes lo habían visto llegar. Se retiró, él pensó que había dado muerte a Jesús, su jefe, pero para su mala suerte, no ocurrió así.
Malherido, pero seguro de que su victimario ya no estaba cerca, Jesús logró ponerse en pie, y recargándose en cualquier objeto a su paso, logró llegar hasta el sótano del edificio mixto donde poco antes había sido atacado a balazos, ya abajo, fue visto por el personal de seguridad y de inmediato solicitaron apoyo para que fuera atendido. Estaba perdiendo mucha sangre.
Los servicios médicos llegaron momentos después, lo atendieron y trasladaron a una clínica, donde se logró salvar su vida. Sabía quién fue el que quiso desaparecerlo de este mundo y así se lo hizo saber a las autoridades, cuando tuvo oportunidad.
Todo lo anterior fue revelado por parte del Ministerio Pública en la teoría de los hechos, en audiencia inicial.
Este sábado 26 de marzo, un día después de ser aprehendido, el empleado fue vinculado a proceso por el delito de homicidio calificado con premeditación y ventaja en grado de tentativa en contra de Jesús Joel, su jefe y quien lo ha identificado plenamente como su agresor.
Los motivos del intento de homicidio aún no son revelados, y es probable que en el seguimiento del caso se sabrá la razón por la cual el joven trabajador planeó dar muerte a su jefe.