Navolato, Sin.- Aún y cuando este periodo de Semana Santa fue histórico, luego de dos años de confinamiento social a causa de la pandemia de COVID-19, miles de personas finalmente pudieron salir a disfrutar de unos días de esparcimiento y para muchos, el destino natural fueron las playas y el malecón de Altata, sin embargo, los que no la pasaron tan bien fueron los restauranteros, pues las ventas estuvieron muy por debajo de la expectativa que se tenía.
Natalia Hernández Angulo, propietaria del restaurante Long Beach en Altata y presidente de la Unión de Marisqueros Muelle 33 lamentó que estos días de semana mayor no atrajeran el consumo en este giro de negocios, como se esperaba, pues reconoció que las ventas estuvieron entre un 50 y un 60 por ciento, en comparación con otros años, anteriores a los últimos dos en los que hubo restricciones sanitarias debido a la pandemia.
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La empresaria restaurantera señaló que si bien es cierto que hubo un importante flujo de personas, locales y visitantes incluso del extranjero, existe la posibilidad de que las ventas no fueran las esperadas porque había mucha competencia de venta de otro tipo de alimentos, además reconoció, que la situación económica actual apenas está tratando de recuperarse y ello también pudo haber sido un problema que afectara directamente al giro restaurantero.
“No fueron las ventas que esperábamos, yo creo que fueron al 50 por ciento de lo de una Semana Santa regular, 60 por ciento máximo. Hubo mucha afluencia de visitas y turistas también. No sé si se haya debido a que ahora había mas personas vendiendo, o igual, la economía no está para todos, estamos impactados” manifestó.
Hernández Angulo explicó que los propietarios de los restaurantes se prepararon con antelación, pues se tenía previsto que, como no habría restricciones para el numero de personas que podrían ingresar al malecón, tendrían bonanza en sus negocios, sin embargo, no ocurrió así y esa situación generó pérdidas pues la inversión en la materia prima ya estaba hecha, eso sin contar que para esta temporada de Semana Santa se hace contratación de personal de manera temporal, a quienes se les paga un sueldo, haya o no haya ventas.
La empresaria restaurantera se dijo confiada de que en estos días de pascua y los próximos a ella, el sector pueda verse beneficiado, reconociendo que históricamente, estas fechas sí tienen ventas en sus comercios, pero no son comparables con el consumo que existe durante los días de Semana Santa.
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