Guasave, Sin.– De entre la amplia lista de historias que Don Jorge García, agricultor guasavense, posee y quien el próximo 30 de julio celebrará sus 90 años de vida, hay una que llama la atención de manera particular: él iba en avión a la secundaria.
Se sabe por la gente de más edad y por algunas fotografías y reportajes de la época, que en Guasave hace años había un aeropuerto. Lo había, confirma el hombre de cabello cano, pero lo que no había era escuela secundaria, por tal motivo quienes tenían oportunidad de acudir a ella debía trasladarse a lugares vecinos como la ciudad de Los Mochis; ahí él estudió el primer año de en la Escuela Secundaria Insurgente de Los Mochis.
Una de las características del octogenario es que es buen conversador y tiene facilidad para hacer amigos por su carácter, fue así como hizo amistad con personas del ingenio azucarero; él tenía clases de 07:00 de la mañana a una de la tarde y en después de acudir a la escuela se acomodó a trabajar retirando bagazo de caña en la empresa y ahí recibía su ‘sobrecito’; con esto tenía la oportunidad de comprar medio boleto.
“Tenía la oportunidad yo de venirme en el Aeroméxico, porque había Aeroméxico aquí en Guasave, tenía un vuelo de Ciudad Obregón a Mazatlán, y yo compraba medio boleto en ese tiempo porque era niño en ese tiempo”, recuerda.
En Guasave ya no hay aeropuerto, ni siquiera uno pequeño como el de entonces, por eso historias tan particulares como la suya no se repetirán, sin embargo ahora hay escuelas y aunque a pasos no tan agigantados como muchos quisieran, la región ha crecido, cada vez son más los caminos de pavimento, no de terracería, hay lugares de esparcimiento y en eso mucho tiene que ver la mano de la agricultura.
#ObservandoEnVivo desde redes sociales @noticieristas en Twitter / Luis Alberto Díaz y Los Noticieristas en Facebook
“Ahora es muy distinto, antes era pura terracería, la gente dormía con pabellón en los patios, con mucha confianza y ahora no, ahora tiene que dormir con candado. La agricultura, el amor a la tierra y servir al prójimo en primer lugar, es lo que uno hace”, señala.
Aunque él tiene de preparación académica hasta primero de secundaria, con la agricultura pudo formar una familia grande, con 7 hijas que le dieron nietos y ahora hasta bisnietos; por más de 70 años se ha dedicado a la actividad agrícola, convencido de que aunque en ocasiones hay sinsabores en la actividad, hacer producir la tierra para alimentar a los suyos y a otros, pues es de las actividades más nobles que hay.