Culiacán, Sin.- Don Francisco Javier no resistió más, la pérdida de su esposa hace apenas una semana y las complicaciones de salud que tenía por la avanzada edad fue el conjunto de problemas para que esta tarde su cuerpo no resistiera más y dejara de existir para reunirse en el más allá con su compañera, junto a la que caminó por varias décadas.
Con ropa de cama, sin camisa y tirado sobre la banqueta de la esquina de la calle Puerto Ángel y avenida Tarahumaras de la colonia Francisco Villa, el adulto mayor de 70 años de edad yace inerte, boca arriba mientras alrededor de él se remolinean paramédicos de Cruz Roja, personal del Cuerpo de Bomberos Culiacán y Protección Civil tratando de regresarlo a la vida.
Mientras un paramédico joven presiona el pecho en repetidas ocasiones con los puños aplicando la técnica de Reanimación Cardiopulmonar para que el corazón del anciano responda, otro elemento de bomberos con estetoscopio en mano le checa los signos vitales tratando de buscar una señal positiva de vida y así poderlo trasladar a recibir atención médica.
Pero los esfuerzos son inútiles, los más de 20 minutos que los socorristas estuvieron luchando por salvar la vida del adulto mayor se interrumpieron por un grito desgarrador de una familiar cercana al hombre de la tercera edad al escuchar el diagnóstico de un paramédico que confirmó el deceso.
Apenas minutos antes Don Francisco Javier se encontraba postrado en su cama en una habitación que se encuentra en la parte trasera de su inmueble y el cual se encuentra a espaldas de una vivienda en construcción que hace poco fue comprada y que durante la remodelación del inmueble se localizó un cilindro para el transporte de gas cloro con capacidad de 68 kilogramos y de aproximadamente un metro 20 centímetros de altura.
Según los testigos, a este depósito no se le tomó importancia y fue arrumbado entre la construcción y un taller que se encuentra en la zona, donde lo estuvieron manipulando de un lado para otro hasta que la tarde de este martes, al parecer por las condiciones de deterioro por lo viejo del depósito, comenzó a liberar gas cloro por una fisura que rápidamente se extendió en todo el ambiente, invadiendo los domicilios cercanos incluyendo el de Don Francisco Javier.
De acuerdo a los informes de los familiares del adulto mayor, el gas se acumuló en una especie de bolsa y llegó hasta la habitación donde se encontraba el anciano, el cual no pudo reaccionar ni levantarse rápidamente para ponerse a salvo y fue hasta que otras personas comenzaron a sentir problemas para respirar como falta de aire y dolor agudo en el pecho, cuando la familia de Don Francisco se percató de que “algo mal” estaba sucediendo en el sector.
“Nadie nos dimos cuenta de lo que pasaba. Fue cuando escuchamos los gritos de las mujeres (sus primas y sobrinas) cuando nos dimos cuenta que había una fuga de gas aquí cerca y rápidamente sacamos a mi suegro que estaba en la cama, en la parte de atrás de la casa y luego comenzamos a escuchar gritos por todos lados y a ver que algunos no podían respirar”, señaló uno de los familiares del hombre fallecido.
También dijeron que dos perritas de raza pequeña fallecieron de manera instantánea a consecuencia de la inhalación del químico por la fuga de gas y fue en ese momento que se percataron de que el químico expandido en el aire era venenoso y peligroso, por lo que todos salieron de sus domicilios y alertaron a sus vecinos.
“Yo salí de la casa y cuando iba caminando por el pasillo mire a la Kira y la Yaqui que ya estaban muertas en el pasillo con los ojos abiertos. Dicen que hubo más perros que se murieron allí en la cuadra, pero yo no los miré”, señaló el nieto del adulto mayor fallecido.
Debido a la ignorancia y la curiosidad algunos vecinos del sector que se acercaron a la zona donde ocurrió la fuga de gas cloro, estos presentaron cuadros de intoxicación y tuvieron que trasladarse o ser trasladados a recibir atención médica, pero según sus conocidos, ellos no se hubieran intoxicado si no se hubieran acercado a ver el mitote.
Las autoridades señalaron que el gas cloro es utilizado por la industria y la medicina, pero en la mayoría de los casos son las juntas de agua potable de los municipios quienes usan este químico para la cloración y purificación en las plantas potabilizadoras y hace tres años un cilindro similar con dicho contenido fue robado a una junta de agua potable en un municipio del estado de Michoacán, donde se emitió una alerta a nivel nacional debido a la peligrosidad de este gas, el cual produce edema pulmonar, falta extrema de aire, quemaduras y en casos más severos la muerte.
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