Reinventando la Política
En 1941, en plena guerra mundial, el primer ministro británico Winston Churchill fue invitado al colegio donde había estudiado, a dar un discurso a los alumnos, fue ahí donde dio aquella pieza memorable que el mundo conoce como “No te rindas”.
“Nunca te rindas, nunca, nunca, nunca, en nada, grande o pequeño, largo o corto, nunca cedas ante tus convicciones de honor y sentido común. Nunca te rindas ante la fuerza, nunca sucumbas ante el poder aparentemente abrumador del enemigo”.
Pareciera que ese fue el evangelio que siguió Messi en su carrera, siguió creyendo, siguió fiel a sus convicciones. Lo vimos años atrás entristecerse por ver pasar la copa del mundo, pero ayer la besó y tal vez le supo a gloria.
El seguir, no rendirse, el desfallecer y aun así dar el paso adelante es lo que nos hace que de repente se nos abra el mar rojo. Así Messi, como Churchill, siguió.
Todo mundo pensaba que no veríamos que levantaría la copa del mundo, pero en octavos de final la magia llegó, incluso hasta en la final.
Esta pasada final de copa del mundo entre Argentina y Francia será recordada como una de las más cardiacas. La magia volvió a las finales de la copa del mundo.
Pero volviendo a la lección de Messi, combinado al discurso de Churchill, el chiste es no rendirse, sea como sean las condiciones hay que sacarle la vuelta, zigzaguear o salir al frente, pero no rendirse.
Y tal vez… la victoria esté más cerca de lo que crees.
¡Felices fiestas!