Ciudad de México.– La alianza comercial entre México, Estados Unidos y Canadá ha decidido fortalecer la regulación sobre plaguicidas agrícolas, mediante un plan de trabajo coordinado y de intercambio de información científica.
Esto fue informado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, luego de celebrarse la reunión anual del Grupo de Trabajo Técnico Trilateral de América del Norte sobre plaguicidas (TWG, en inglés).
Allí autoridades regulatorias, exportadores, productores del sector agrícola y representantes de la industria mostraron su interés por fortalecer las medidas en este sentido, con el fin de garantizar que los agricultores cuenten con los insumos necesarios para la protección de sus cultivos en las tres naciones.
La directora general de Inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), Amada Vélez Méndez, coincidió en que el trabajo coordinado entre productores y autoridades debe enfocar el rumbo para el registro de plaguicidas eficientes, con base en información científica actualizada y puntual para una toma de decisión robusta y eficiente.
Resaltó que la colaboración entre el Senasica, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, en inglés) y la Agencia Reglamentaria de Control de Plagas de Canadá (PMRA, en inglés), es fundamental, ya que la decisión que tome un país puede tener efecto en los otros dos, derivado del alto intercambio comercial de productos agrícolas que mantienen entre ellos.
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Los directores de la EPA, Edward Messina y de la PMRA, Frederic Bissonnette, coincidieron en que se debe anteponer el coadyuvar para proteger la salud humana y el medio ambiente y además desarrollar técnicas eficaces que beneficien la producción agrícola, teniendo como aliada a la tecnología emergente, destacando el uso de aeronaves no tripuladas, como los drones.
Recordaron que el cambio climático es un reto a nivel global, por lo que es necesario promover acciones para adaptar la agricultura a los diversos escenarios que se presentarán durante los próximos años, pronunciándose por priorizar un uso más eficiente del agua y el suelo para proteger los recursos naturales y ofrecer en América la garantía de tener alimentos seguros en su mesa.