Guasave, Sin.- Cientos de guasavenses acudieron a la convocatoria del Club Algodoneros de Guasave para presenciar la misa en memoria del llamado ‘Rey del Ponche’, Matt Pobereyko.
En el Kuroda Park el ambiente no era festivo, lejos quedaron las olas y el “ruido, ruido” tan característicos de la afición blanquiazul. Rostros desencajados, lágrimas y nudos en la garganta al momento de hacer uso de la voz, eso marcó el último homenaje al pitcher norteamericano de 31 años, quien hizo una gran temporada con Algodoneros y después como refuerzo del equipo Cañeros de Los Mochis, en la Serie del Caribe.
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El sacerdote católico, Édgar Esperano, párroco del Señor de los Milagros, fue el encargado de ofrecer la homilía, quien citó entre otras cosas al cátcher icono de los Yankees de Nueva York, Yogi Berra, llevando a su sermón el popular, “esto no se acaba, hasta que se acaba”, haciendo alusión a la vida en el reino de los cielos.
“Que no se nos olvide aquello que dijo el gran Yogi Berra, ‘esto no se acaba, hasta que se acaba’, déjenme decirles que esto no se ha acabado, porque a los que nos gusta el béisbol nos encantan los extra innings, nuestro boleto de entrada nos asegura seguir jugando después de la novena entrada”.
Le siguieron llegando flores y demás presentes al número 53, pues muchos aficionados esperaron este día para llevarle un obsequio.
“El Vikingo”, como sus amigos y compañeros lo llamaban, se robó el corazón de la afición albiazul y su legado quedará presente entre los seguidores del equipo.
Al terminar la misa se elevó al cielo un rosario armado con globos blancos y azules, los más pequeños fans, muchos de ellos con la casaca de los Algodoneros, liberaron también globos blancos en honor a un buen elemento.
El ‘Rey del Ponche’ partió del plano terrenal, pero se quedará en la historia del equipo.
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