Reinventando la Política
¿Qué raro el encontronazo entre uno de los hombres más ricos de México y el hombre más poderoso del país?
No es lo mismo ser millonario que tener poder.
En los rounds entre Germán Larrea, cabeza del grupo México y Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, protagonizaron esta semana una cátedra entre mercados, política y restauración de propiedad.
Los Marinos tomaron las vías del tren de Ferrosur, tras tomar la decisión presidencial, hubo silencio, los mercados bajaron, pero Larrea no adquirió Banamex, pero recibirá una compensación que más o menos costaría dicho banco.
Lo que hizo que días después las acciones de Grupo México subieran, pero quien sufrió las consecuencias hasta ahorita ha sido Citi Group, venderá a Banamex en la Bolsa.
Parece que estamos viendo un juego muy perverso entre el poder y el capital, que el entenderse en privado, tarde o temprano tiene costos, para después desplazar a unos y empoderar a otros.
Al final, lo que está haciendo el presidente es cambiar los rostros de algunas elites del capital, pero a los dueños del país, a esos no los han tocado ni con el pétalo de una multa.
Lo que está haciendo el poder es cambiar al consejo directivo de los dueños del país, pero los meramente a esos no los tientan.
Un día, el presidente recibe al Ingeniero Slim y al ratito le “tunde” al yerno por apoyar a las nadadoras que ganaron oro en Egipto, un día recibe a Germán Larrea y este sale callado de Palacio y a los dos días le quita el acceso de tramos de vías de sus trenes y luego le pagará el monto del banco que iba a comprar.
Larrea, Slim, Ferrosur, expropiación, Banamex, 7 mil millones de pesos, estamos entrando al último año de poder presidencial de AMLO y los golpes de timón serán cada vez más fuertes.
Lo cierto es que el juego entre el poder y el capital ahorita está siendo muy perverso: uno ocupa del otro para preservarse y el segundo ocupa del primero para multiplicarse.
El problema es que los empresarios empezaron a arreglarse en lo “oscurito” y no en “bloque”, cuando los necesitan en “bola” y cuando los “golpean” es de uno en uno.
El silencio de Larrea nos demuestra que hubo arreglo “muy en privado”… y no quiere que se sepa.
El poder necesita “Cash” para seguir y los que multiplican el dinero necesitan “facilidades”… Esa ambición se vuelve peligrosa por los “pactos” que se hagan pueden costar como en la revolución: “vidas y haciendas”…
Y mientras el dinero fluye de un lado, en el sector social, el dinero nomás no fluye, porque ahí también se prevalecen los intereses de los grandes industriales…
¿Por qué? Porque a ellos tarde o temprano los van a necesitar… a ellos y a su dinero.
Ahorita es el año de Francisco Villa: “Primero disparas y después “averiguas”. El 2024 será el año de un poderoso caballero: “Don Dinero”.
Y mientras los desaparecidos, los homicidios, desplazamientos y las fosas seguirán multiplicándose igual que el dinero.