Reinventando la Política

¿Se ha preguntado usted para qué votamos?
¿Por qué nos cae bien el candidato o candidata?
Votamos por conceder la facultad de hacer las cosas a alguien, para que las haga por nosotros y, eso sí, siempre esperamos que las cosas sean tal cual queremos.
El sentido de otorgar el poder tiene que ver en parte con facultar al elegido a que nos cuide: que nos cuide de otros, que nos cuide de la salud, que nos facilite las formas de vida y que esta sea más llevadera.
¿Votamos para que los elevadores del hospital sirvan? No, en estricto sentido, esos deberían de servir en automático.
¿Votamos para que pase la patrulla por la casa y nos cuide? Sí, ahí sí en estricto sentido.
¿Votamos para que los medicamentos estén en los anaqueles de los hospitales públicos? En esta elección, creo que sí votaremos.
¿Se votará para que sigan llegando apoyos sociales? Sí totalmente, quien vaya en contra de eso, que mejor ni entre a un proceso electoral.
¿Pero quién de la 4T cree usted que pueda llenar de medicamentos los anaqueles a los hospitales? ¿Alguien de la Alianza podrá hacer eso?
¿Quién de la 4T podrá ir en contra del “abrazos no balazos”? Por lo menos Marcelo ya le dio la contra al presidente con el proyecto ANGEL. Por lo menos habló de un plan.
Y es que en temas de seguridad hemos ido históricamente del “mátalos en caliente”, al “Dispara y después averigüen”, a la ley de los Hierros: “Destierro, Encierro y Entierro”, hasta el “ya me cansé de la verdad histórica” para llegar al “Abrazos, no balazos” y ya el país está cruzando la franja de terrorismo en algunos estados.
En temas de salud, no estamos ni por asomo como en Dinamarca, aunque en el discurso se burlen de que eso es posible.
Ese es el problema: cuando votamos por un Estado dador, el Estado cree que lo que diga puede ser creído, por una sola razón porque es un ente que da pan y ley: por esa razón cree que todo se le puede creer y todo se le puede perdonar.
En un año estaremos cambiando autoridades y creo que todos votaremos por tener mejores hospitales, mejor seguridad y mejores condiciones para nuestras formas de vida. Independientemente de por quien votemos ese será el sentido del voto, poder construir un mejor país.
Ese es el sentido del voto: mejorar nuestro país. Sea con la oferta política que sea. Lo cierto es que nadie quiere ver al país incendiado. El voto ayuda a corregir o a legitimar ofertas políticas. En el 2024 será un año de legitimación o de corrección…
Sea cual sea el resultado la fiesta democrática será que quien gane, gane bien y quien pierda acepte.
Ese es el sentido del voto… que, a la hora de la hora, nos portemos como gente grande. La democracia no se basa en caprichos. Así empiezan las tragedias.
Y México no está para catástrofes, mucho menos infortunios.