Reinventando la Política
Posterior a la definición de la próxima candidata de Morena a la Presidencia de la República, los actores políticos que están sin partido y que gravitan en cercanía de Morena iniciaron sus posicionamientos.
Expriistas, develaron sus posicionamientos, unos para ir por Morena a las alcaldías, ya sea de Guasave y de Mazatlán, cuadros políticos como Feliciano Valle y Fernando Pucheta fijaron sus aspiraciones buscando ser postulados por el partido del movimiento del presidente López Obrador.
¿Es válido? Es válido fijar un posicionamiento porque conocedores de los tiempos se aventaron primero, ya que como expriistas saben que en política el tiempo sí es lineal por lo cual hay que aprovecharlo.
La legisladora María Victoria Sánchez criticó que su colega legislativo Feliciano Valle busque la alcaldía por el partido que a ella le tocó fundar y, es que la situación es que Valle es diputado sin partido y que busque la alcaldía de Guasave por Morena no sería bien visto por la estructura del movimiento.
¿Qué es lo que estamos viendo? La pugna que hay en el partido imperante, en donde los fundadores, los que se han rifado en la estructura se verán las caras contra los que van llegando con la mesa puesta a querer servirse.
En todos los partidos que llegaron al poder se topan con el problema de ¿Qué hacer con los que van llegando? Lo tuvo siempre el PRI, el PAN y ahora lo está viviendo Morena, a pesar de sus controles de militancia y de sus propios cuadros políticos.
Una cosa es cierta, los que se auto destaparon a algo poderoso se atienen y lo hacen en función del discurso de unidad que Morena tiene, por eso antes de develar la intención fijan una postura en torno de apoyo a la Dra. Sheinbaum.
Morena sabrá si le da entre a outsiders o si prevalece a su base política.
Lo cierto es que es legítimo aspirar una candidatura por el partido más fuerte, nadie se avienta eso si no trae alguna seguridad en las alforjas, el gran tema es ¿qué dice o qué piensa la militancia fundadora? Todo dependerá la forma en que se gane la candidatura y en la forma en que se puedan tejer acuerdos para poder construir una candidatura ganadora desde fuera llegando a Morena, porque una cosa es cierta: Morena es la marca ganadora, el tema es que te acepte la militancia.
Una cosa es cierta el PRI impuso más… el PRI intimidó más a la hora de implantar una candidatura carente de militancia.
Y es que los Morenistas en unos meses más estarán repitiendo las palabras de Colosio aquel 6 de marzo de 1994:
No queremos candidatos que, al ser postulados, los primeros sorprendidos en conocer su supuesta militancia, seamos los propios priístas.
Ahí donde escuchó priistas bien podría sustituirlo por Morenistas.
No hay nada nuevo bajo el sol y el 2024 se sigue pareciendo cada vez más nítidamente a ese 1994:
-Un presidente todo poderoso, con mucha acumulación de poder y base clientelar gracias a programas sociales, solidaridad ayer, bienestar hoy.
-Candidato oficial que no prende y un candidato del mismo partido que le disputa la atención, hay un neocamachazo.
– Un ejército empoderado y estresado, en el 94 por el cese al fuego en Chiapas y hoy deseando que sus privilegios se mantengan, sobretodo el control de la administración pública federal.
El 94 fue un año que sigue explicando la política en nuestro país, fue un año histórico voltear a verlo es ver la catástrofe.
Catástrofe es lo que se puede venir si sucede lo que bien ha comentado mi amigo y compañero de mesa Francisco Arizmendi:
Al presidente Salinas le salió todo bien menos la sucesión. Al presidente López Obrador le puede pasar lo mismo.
Por lo pronto los expriistas ya se autodestaparon con tal de ganar tiempo… no vaya siendo.