Ciudad de México.- Luego de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador sostuviera una conversación telefónica con su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, un grupo de altos funcionarios del vecino país llegarán para valorar medidas adicionales contra la migración ilegal.
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Antony Blinken, secretario de Estado, Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional y Elizabeth Sherwood Randall, asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, serán los enviados en los próximos días para sostener una reunión con el titular del Ejecutivo mexicano y su equipo.
Durante el diálogo entre López Obrador y Biden se acordó que se necesitan urgentemente acciones adicionales de aplicación de la ley, para que los puertos de entrada clave puedan ser reabiertos.
“Los asesores de Biden discutirán acciones adicionales que puedan tomarse juntos para abordar los actuales desafíos fronterizos”, especificó John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.
Presión bilateral
El aumento en los cruces en la frontera entre ambos países ha generado presión en el gobierno de Biden, donde se espera que se tomen medidas ante la cifra histórica de 2.47 millones de encuentros con migrantes en este año en el cruce divisional.
La afluencia provocó el cierre esta semana de los cruces ferroviarios en El Paso y Eagle Pass, Texas, debido a preocupaciones no sólo por la migración sino también por el contrabando, lo cual ocasionó que miles de vagones sufrieran retrasos.
La gravedad del tema ya tocó la esfera política, donde tanto demócratas como republicanos están acusando al presidente americano de no hacer lo suficiente para detener el flujo de migrantes.
Este viaje de altos funcionarios estadounidenses indica que ha aumentado el sentido de la urgencia para abordar la migración, pero también las causas profundas del desplazamiento, como la delincuencia y la pobreza en América Latina que orillan a las personas a viajar para conseguir el sueño americano.
Tanto AMLO como Biden hablaron durante su intercambio de esta mañana de medidas que desde México se podrían tomar para frenar el movimiento hacia el norte, lo cual contempla aumentar el número de puestos de control en las carreteras y líneas de ferrocarril, así como la cantidad de tropas mexicanas en el sur del país para interceptar a los que viajan desde América Central y del sur.
Con información de El Financiero
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