Culiacán, Sin.- Todos queremos tener un auto, todos los electrodomésticos de útima generación y demás lujos, que en la mayoría de los casos, implican la quema de algún tipo de combustible fósil para la producción de electricidad o gasolinas, sin pensar que al final de dicha cadena, el mayor afectado siempre es el medio ambiente y con ello, el clima en el que vivimos.
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De ahí que en los últimos cientos de años, las temperaturas a nivel mundial hayan resentido un aumento significativo, sin mencionar la alteración de los patrones climáticos, todo como consecuencia del ‘efecto invernadero’, es decir, la acumulación de gases calientes en la atmósfera que impiden que el planeta se regule y se mantenga agradable.
Por lo menos, esa es la conclusión a la que han llegado los expertos que han venido estudiando las variaciones que ha sufrido las temperaturas desde por lo menos 1950 a la fecha.
“Durante más de 100 años, los seres humanos han quemado combustibles fósiles como carbón, gas y petróleo para alimentar todo, desde bombillas y automóviles hasta fábricas y ciudades. Estas acciones, junto con los cambios en el uso del suelo, han provocado un aumento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Los gases de efecto invernadero actúan como una manta que atrapa el calor alrededor del planeta. Cuantos más se agregan, más gruesa se vuelve la manta, calentando aún más la Tierra”, detallan los informes.
En mayo de 2023, las concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzaron un máximo de 424 partes por millón en el Observatorio Mauna Loa de la NOAA, Hawaii. El pico anual ha ido aumentando constantemente desde que comenzaron las mediciones en 1958. (Otros proyectos globales de medición de carbono mostraron cifras igualmente altas).
Extendiendo el registro aún más atrás con núcleos de hielo, las concentraciones de dióxido de carbono son las más altas en al menos 800.000 años.
AUNADO A OTROS FENÓMENOS
Además del efecto invernadero, otros factores también se han sumado para aumentar la temperaturas en el planeta, entre ellos, el regreso del fenómeno llamado ‘Niño’.
Durante el Niño, los vientos alisios se debilitan; es decir, los vientos que normalmente soplan de este a oeste en el Pacífico tropical se debilitan. La superficie del mar alrededor del ecuador en el Pacífico central y oriental cerca de América del Sur también se vuelve más cálida (y más alta) de lo normal. El Niño suele coincidir con los años más cálidos del promedio mundial.
Esto, además de erupciones volcánicas y demás eventos, que al final nos han llevado a haber vivido el mes más caliente de todos los tiempos, en julio del 2023.
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