Reinventando la Política
El presidente López Obrador ayer se quejó por las preguntas que se hicieron en el debate presidencial y es que en la narrativa del debate fue prácticamente un cuestionamiento a la gestión del régimen actual.
Fue en temas de salud, además de lo que se ha hecho en el combate a la corrupción, según el mandatario no se hicieron distinciones, además comentó que en su gobierno no se permite la corrupción incluso todo lo relacionado a salud. Así tal cual.
Pero independientemente de los cuestionamientos, los cuales fueron enviados por redes sociales, al presidente pudiera haberle molestado no sólo las preguntas del debate.
¿Qué le molestó al mandatario? una hipótesis de la molestia del mandatario pudiera entenderse que Claudia Sheinbaum defendió más vehementemente su gestión cómo jefa de gobierno de la CDMX que la gestión del presidente López Obrador.
Eso para López Obrador es una señal. Una señal muy poderosa para alguien que no quiere soltar el poder y es que le costó mucho conquistarlo. Eso es lo que lo hace peligrosa el cambio de poder presidencial en los próximos meses.
Otra hipótesis también puede ser la respuesta de Claudia Sheinbaum a la pregunta de Xóchitl Gálvez si investigaría la corrupción de los hijos del presidente. La contestación fue de corridito y viendo hacía abajo diciendo que si había una demanda ante el ministerio público… fue así rápido, cómo queriendo evadir posibles sospechas del mandatario y los suyos.
Tal vez al presidente y a los suyos no le gustó. No le gustó la respuesta.
El coraje del presidente es el posdebate. Independientemente de lo que digan los analistas el posdebate es la molestia del presidente.
Así en martes amanecieron los gobernadores con el presidente para relanzar el sistema de salud, un sistema de salud que en meses ya no será sostenido por las palabras del actual mandatario y la realidad los va a alcanzar.
Una cosa es el discurso y otra cosa es la realidad. Algo no le está gustando al presidente de la campaña.
Igual que en 1994 cuando Salinas montaba en cólera y le gustaba hacer sentir su poder con los gobernadores…
La diferencia, la gran diferencia es Andrés Manuel tiene más poder que Salinas y nadie, absolutamente nadie quiere que se calque el 94, el problema es que estamos observando síntomas de acumulación de poder de esos años y que pueden ocasionar violencias que hace mucho tiempo no veíamos o que no se habían presentado, un caso lo estamos viendo: la violencia a candidatos y precandidatos.
Otra diferencia al 94, es el ejército, este tiene más poder y el riesgo es que la política se militarice…
El presidente está molesto y solamente el ejército lo puede contener y lo va a hacer por que les hace caso y además los militares tienen más poder y más control del territorio.
El mandatario está molesto, no va a cambiar de candidato, pero gradualmente va a jugar a tener más controles, va a ajustar para seguir mandando…
El problema es que a la Dra. Sheinbaum ya le vimos el rostro y no se va a dejar, cuando llegue lo va a hacer sentir.
Y si quiere romper con el presidente con la respuesta a Xóchitl Gálvez ya le hizo sentir por donde empezaría, sino al tiempo.
Por eso está molesto el presidente por que sabe por dónde puede empezar la ruptura de su sucesora… sea quien sea.