Redacción.- Aunque no lo creas, tus enceres domésticos merecen más atención de lo que crees.
La limpieza de los mismos va más allá de pasarles un trapo encima con o sin producto.
Uno de los electrodomésticos más prácticos y que muchas veces pasamos por alto, es el horno, que puede acumular una gran cantidad de grasa, suciedad y residuos, si no se le da el mantenimiento adecuado.
Si tu horno está en desuso, también es importante que lo limpies de vez en cuando, para que esté listo en el momento que lo necesites.
¿Horno descuidado? Es hora de darle una buena limpieza
Actualmente existen en el mercado, una gran variedad de productos para la limpieza de hornos y estufas, pero la realidad es que no hay necesidad de químicos agresivos, ni de mucho esfuerzo para que tu horno quede casi como nuevo.
Con un ‘truco’ infalible contra la grasa, puedes limpiar tu horno de manera fácil y amigable con el medio ambiente.
¿Por qué es importante mantener la limpieza del horno?
Para tener más claro en que consiste este método de limpieza, es importante destacar que los hornos tanto los tradicionales, como los de convección, están propensos a tener residuos quemados y manchas difíciles de eliminar.
Lo mismo pasa con los hornos eléctricos, de microondas y las freidoras de aire, que muchas veces, no son limpiadas inmediatamente después de su uso, dejando restos de comida, que si no son retiradas por completo, que pueden provocar la proliferación de bacterias.
Además de la salud, estos residuos pueden afectar el sabor y el olor de los alimentos.
Otro factor a tomar en cuenta para la limpieza de los hornos, es el cuidado de la vida útil del electrodoméstico o el enser.
Limpiar con regularidad estos electrodomésticos ayuda a que tenga un buen rendimiento y funcionamiento, lo que evita el desgaste prematuro.
Un horno y cualquier electrodoméstico que está limpio, no solo cocina mejor, si no se mantiene por más tiempo.
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¿Cada cuánto se debe limpiar el horno?
Para determinar cada cuanto se debe limpiar el horno dependerá de los siguientes factores:
- Lo usas únicamente en algunas ocasiones. Aunque no utilices el horno con frecuencia, es importante darle una limpieza, al menos una vez cada seis meses, a manera de mantenimiento.
- Uso frecuente. En caso de tus comidas usualmente sean horneadas, limpia el horno una vez a la semana o más tardar a la quincena, pero si utilizas el horno, una o dos veces al mes, opta por limpiarlo al menos una vez mensualmente.
- Hábitos de cocina. Toma en cuenta también el tipo de platillos que preparas en el horno, porque hay algunos que dejan más grasa o son más propensos a salpicar, lo que hará que los residuos se acumulen más rápido. Si es el caso, entonces trata de limpiar tu horno unas dos veces por semana.
- Cómo se ve a simple vista. Si vez que el horno está sucio, notas olores desagradables, o humo al momento de la cocción, es señal de que horno necesita una limpieza inmediata, así que manos a la obra.
¿En qué consiste la limpieza con vapor del horno?
Este ‘truco’ es el conocido proceso de limpieza con vapor y se conforma de varios pasos, que se describen a continuación.
Paso 1. Toma una bandeja apta para horno con capacidad para al menos dos litros de agua y agrégale dicha cantidad del vital líquido.
Retira las rejillas altas y accesorios, para evitar obstrucciones en el proceso de limpieza y coloca la bandeja con agua en la rejilla más baja.
Paso 2. Enciende el horno (cerrado) a una temperatura de 200 grados centígrados (392 ° F), entre 30 a 60 minutos dependiendo de la cantidad de manchas y residuos acumulados en el interior.
Para los hornos que están demasiado sucios, una hora puede ser suficiente, pero si todavía vez grasa pegada al finalizar los 60 minutos, agrega otros 15 minutos extra.
Paso 3. Deja que el horno se enfríe por completo para retirar el traste.
Para que el enfriamiento sea más rápido, deja la puerta del horno abierta, pero evita tocarla ¡no te vayas a quemar!
Paso 4. Cuando te cerciores de que el horno está frío, quita la bandeja.
Con una esponja o trapo, empieza a frotar las paredes en el interior del horno, el vapor emitido con el calor, afloja la grasa y los residuos de comida, por lo que deberán ser fácil de retirar.
Enjuaga la esponja con agua tibia y jabón, repitiendo el proceso hasta que el horno esté completamente limpio.
Una vez que hayas retirado la suciedad, quita los restos de jabón con agua y pasa nuevamente un trapo limpio para secar.
¡Listo! Tu horno está listo para un nuevo platillo o para cuando lo necesites.
Recuerda que si al realizar la limpieza con vapor de manera regular, evitaras malos olores y sabores en tus comidas, además de que estarás siendo respetuoso del medio ambiente, evitando el uso de químicos.
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