Guerrero.- Aurelia García Cruceño, joven indígena oriunda de Xochialco en Guerrero, obtuvo su libertad, tras haber sido sentenciada en noviembre pasado.
Se trata de una mujer, que, en 2019, teniendo 19 años fue violada en varias ocasiones por un funcionario de la comunidad, de 50 años, a quien no denunció.
Por temor a su familia, la joven nahua huyó de su casa, sin estar segura de que se encontraba en estado de embarazo, lo que confirmó más adelante.
Decidió refugiarse en Iguala con una tía. Debido a la desnutrición y falta de atención médica, sufrió un aborto involuntario.
Fueron los médicos que la atendieron, quienes dieron aviso a las autoridades.
La Fiscalía General del Estado, la acusó de asesinato del producto, por lo que fue detenida y llevada al Cereso.
Desde entonces permaneció recluida, hasta que, en un proceso abreviado, fue presuntamente obligada a admitir responsabilidad.
La sentencia dictada fue de 13 años y 4 meses de cárcel por un juez que resolvió que García era un ‘riesgo para la comunidad’.
Su equipo defensor reclamó que el procedimiento en su contra estuvo lleno de anomalías, incluyendo el que se desde su detención y hasta noviembre pasado, se le negó el acceso a un traductor, pues solo habla su lengua indígena de origen.
El caso llegó hasta la mañanera esta semana, por lo que Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, se comprometió a darle seguimiento.
Fue la noche de este martes que la joven salió del Cereso de Tuxpan, gracias al fallo de un juez de control del Distrito de Iguala.
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