Ciudad de México.- Este 25 de noviembre se cumplen 17 años de la muerte de Valentín Elizalde, también conocido como ‘El Gallo de Oro‘. El famoso cantante mexicano tuvo su última presentación la noche del 24 de noviembre de 2006 en un palenque de Reynosa, Tamaulipas. Sin embargo, esa noche marcó su destino de manera trágica.
Valentín Elizalde, quien murió a los 27 años, nació en Etchojoa, Sonora, y estudió Derecho en la Universidad de dicho estado. A pesar de completar sus estudios, siempre tuvo un gran interés por la música y comenzó su carrera como cantante profesional del regional mexicano a los 19 años.
La versión más conocida de su muerte se relaciona con la interpretación de la canción “A mis enemigos”. Supuestamente, Valentín Elizalde fue advertido de no entonar este corrido en su presentación debido a la zona peligrosa donde se encontraba el palenque. Esta advertencia estaba relacionada con la rivalidad entre el Cártel del Golfo y el Cártel de Sinaloa, liderado por Joaquín “El Chapo” Guzmán.
A pesar de las advertencias, Elizalde decidió cantar la canción en su concierto. “Siguen ladrando los perros, señal que voy avanzando”, comenzó con ese fragmento, dejando en claro que no se intimidaba por las amenazas. Desafortunadamente, alrededor de la 1:00 de la madrugada del 25 de noviembre, a escasos 100 metros del palenque, Valentín Elizalde fue asesinado junto con su representante Mario Mendoza y el chofer Reynaldo Ballesteros. Su primo Fausto ‘Tano’ Castro Elizalde resultó herido de forma misteriosa.
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Según Blanca Martínez, ‘La Chicuela’, Valentín Elizalde ya presentía su muerte y dejó encargado a su hermano menor, Francisco Elizalde, que siguiera con su carrera musical. La solicitud de Valentín muestra el profundo amor que sentía por su hermano, a quien consideraba como un hijo debido a la pérdida de su padre, ‘Lalo el Gallo’.
En conclusión, la muerte de Valentín Elizalde el 25 de noviembre de 2006 dejó un vacío en la música mexicana. A pesar de las circunstancias trágicas que rodearon su fallecimiento, su legado perdura a través de su música y el recuerdo de aquel concierto fatídico.
