Redacción.- Desde el 2006 se conmemora el Día Internacional de la Oposición a los Alimentos Transgénicos, con el objetivo de poner a debate público la preocupación social sobre si el consumo de este tipo de comestibles tiene repercusiones en la salud.
Si bien continúa la discusión sobre si la siembra de este tipo de alimentos provocaría cambios irreversibles en los cultivos tradicionales, cada vez hay más convencidos de que la alimentación con este tipo de nutrientes podría ser una salida a problemas que ya afectan a la agricultura, como el cambio climático.
¿Qué es un alimento transgénico?
Un alimento transgénico es aquel que se ha obtenido de la modificación genética de su estructura original, lo que significa que ha tenido cambios en uno o más genes para que su producción sea más favorable y resistente a ciertos aspectos como las plagas.
Esta evolución forzada de los alimentos fue necesaria debido al incremento exponencial de la población y con ello la demanda por comida en el planeta.
Ventajas de los alimentos transgénicos
Los alimentos convencionales o que no han sufrido cambios en su estructura genética cada vez más son más difíciles de obtener, debido a aspectos como la escasez de agua, las plagas o bien, el cambio climático que provoca nevadas o inundaciones que afectan los cultivos.
El Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural federal indica que uno de los beneficios de la modificación genética de los alimentos es que pueden ser mucho más resistentes, lo cual implica que durarán más tiempo durante su traslado, disminuyendo así el desperdicio de frutas, verduras y granos.
“Otra de las ventajas de los cultivos modificados es que pueden soportar de mejor forma los ataques de plagas agresivas, que en otros casos podrían representar la pérdida total de hectáreas completas, afectando con ello la seguridad económica de los agricultores”, señala el organismo.
El lado oscuro de los alimentos transgénicos
Entre las desventajas que describe la dependencia federal que se le atribuyen a los alimentos transgénicos están los relacionados a:
- El cuidado de los suelos
- Desplazamiento de la agricultura tradicional
- Afectaciones a la salud de la población
Precisa que se ha investigado sobre el desarrollo de alergias que puede provocar consumir de manera constante este tipo de alimentos modificados genéticamente en cierto sector de la población.
Asimismo, precisa que el uso continuo de los suelos, sin darles oportunidad de recuperar sus nutrientes, constituyen también factores valiosos para los procesos de desertificación, lo cual afecta al sector agrícola.
El impacto de los alimentos transgénicos en la salud
Sin embargo, Andrea Calderón, secretaria de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), afirma que existen muchos mitos sobre los efectos de consumir alimentos transgénicos.
Refiere que la mejora en un comestible implica no solo elevar su valor nutritivo, también su desarrollo y resistencia a plagas o su productividad, como el maíz BT.
“El maíz BT es un maíz al que se le incorporó un gen procedente de la bacteria thurigensis (bt) para que fuera resistente al taladro, una plaga común que ataca al maíz. Es 100 por ciento seguro e inocuo para la salud humana, por lo que su consumo no nos supone absolutamente ningún peligro”, expone la especialista en la revista virtual UNAM global.
Añade que uno de los principales objetivos de la creación de los alimentos transgénicos u Organismos Modificados Genéticamente (OMG) era la reducción de la desnutrición mundial, a través del consumo de productos optimizados en su composición.
La también nutricionista explica que la población tiene arraigada la idea de que si comen este tipo de alimentos es equivalente a nutrir al cuerpo con algo creado en un laboratorio, llenos de fármacos o compuestos desconocidos, lo cual no es verdad.
Asimismo, en cuanto a lo que respecta a la creencia de que pueden contaminar la tierra o afectar la biodiversidad en alguna zona, indica que mientras los cultivos de transgénicos sigan correctamente los protocolos de seguridad, su producción es totalmente segura, sin riesgo de que se cruce con las especies originales.
Alimentos transgénicos en México
Datos del Gobierno Federal indican que desde hace más de 20 años en México se ha permitido la siembra de cultivos transgénicos, como de algodón y soya.
Señalan que su producción no implica necesariamente que se resolverán los problemas alimentarios del país, pero tampoco está demostrado que no van a contribuir en su resolución.
“No se sabe en qué medida pueden contribuir, estos solos representan una opción más de producción como en los casos de cultivos transgénicos que ya se utilizan en México”, asegura el gobierno.
En el caso del algodón y soya modificados genéticamente que se han sembrado en territorio nacional, datos preliminares demuestran una disminución en el uso de pesticidas y herbicidas, respectivamente.
Con la sequía y pocos apoyos federales respaldando el campo mexicano, el Día Internacional de la Oposición a los Alimentos Transgénicos recuerda que se deben tomar medidas no solo para garantizar salud a través de la alimentación a la población, sino también para que lo que llega a las mesas de cada hogar sea un producto de calidad, que ayude al desarrollo de las nuevas generaciones.
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